Para la buena realización de un artefacto arquitectónico, es indispensable un buen íter de proyecto, caracterizado da un minucioso trabajo previo y da una correcta realización de las herramientas comunicativa que expliquen exhaustivamente las ideas y programas a realizar.

La análisis previa del contexto y la búsqueda de información útil a satisfacer los requisitos de un proyecto, juntos a una buena capacidad compositiva y técnica, resulta fundamental para plantear las estrategias necesarias que permiten encontrar soluciones ricas de significado y valor arquitectónico.

Una vez definidas las estrategias resulta igualmente importante comunicar gráficamente con claridad las ideas conseguidas, objetivo que es posible lograr con eficacia gracias a una alta competencia en el manejo de las herramientas informáticas de dibujo y modelado, que permitan realizar trabajos de precisión tanto en 2d como en 3d. Además, una especial aptitud en afrontar cualquier dificultad técnica encontrando siempre la solución más limpia y eficaz, es garantía de una cómoda gestión posterior de los dibujos e impide una sucesiva labor innecesaria de limpieza y reajuste. El ultimo paso necesario para describir el proyecto es la presentación gráfica del mismo. Por eso en los trabajos en equipo resulta imprescindible una persona hábil en encontrar las mejores soluciones gráficas, capaces de explicar con eficacia y claridad cada proyecto.